miércoles, 10 de septiembre de 2008

Agonía.

Amanece un nuevo día...
pero tú, no lo ves.

Pían los pájaros...
pero tú, no los oyes.

Las flores surgen de sus capullos
y el rocío se desliza por sus hojas.
El verde se torna de un color especial.

Pero tú no ves mas que el fango que ensucia tu cuerpo
y aceptas la suave carícia húmeda que te proporciona.

El sudor que impregna tu frente, se mezcla
con el salado sabor de tus lágrimas saladas y amargas.

Multitud de imágenes pasan lentamente por tu mente.
Recuerdos que duelen, aunque sabes que ya todo
carece de importancia.

Tu dolor comenzó a cicatrizar
y en tus ojos ya no quedan más lágrimas.

Miras ese color rojo que mancha tu piel y nubla tu mirada.
Sabes que todo acabó. Sabes que estás muriendo.

Doktor Jeckill 1989.

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