miércoles, 10 de septiembre de 2008

Soy un criminal.

Perdóneme usted, señoría. Pero soy culpable.

Reconozco que no circulo con mi motocicleta a 50 kms/h por una autovía de tres o cuatro carriles, ni me privo de tomarme una cerveza con mis amigos cuando he parado durante una ruta de un caluroso fin de semana en cualquier bar de carretera.

Soy hombre: Luego necesariamente soy un agresor de mujeres. Llevo una navajita desde los 8 años de edad, cuando fui boy scout, por lo que voy armado y soy un peligroso navajero.

Reconozco que cuando nació mi hijo, disfruté criándolo y limpiando su culito y sus partes cada vez que se hacía caca. Por lo cual soy un peligroso pederasta y agresor de menores.
Es mas. Incluso reconozco haberle dado un cachete en alguna ocasión que tuvo una pataleta. Eso tiene cárcel ¿verdad?.

Reconozco haber pisado lineas continuas de la carretera en atascos, haber estacionado la moto en la acera para que no me la tirasen los coches al suelo e incluso me salté una vez un paso de peatones un día de lluvia en el que sobre su pintura, me resbalé y casi me caigo o atropello a un peatón que cruzaba.

Reconozco también no haber declarado todos mis ingresos a hacienda, mas que nada porque ni siquiera podía llegar al día 10 de cada mes sin mi viejo refrigerador absolutamente vacío. Creo que a Al Capone, lo metieron años en presidio por algo parecido.

En alguna ocasión he contado o me he reído con chistes racistas, sexistas o xenoóobos, he sacudido a algún ladrón sin darle opción a integrarse en la sociedad y soy intolerante con su libertad religiosa que considera a las mujeres seres inferiores y obliga a que tengan que ir cubiertas y enmascaradas por la calle.



También me negué a ser un cerdito de barro roto y abonar las multas absurdas que los sicarios del sistema me pusieron por aparcar mi vehículo en un sitio en el que ademas de pagar un impuesto abusivo, había que pagar tickets por fracciones de hora y perder el aparcamiento que había logrado conseguir tras muchas vueltas por la manzana tras esas fracciones de tiempo.

Reconozco que soy un criminal, un peligroso ser asocial y antisistema, que en algunas ocasiones incluso no se ha puesto el casco sobre la moto. Aunque solo fuera para aparcar a unos pocos metros de distancia.

También soy culpable de injurias porque pienso que usted es un gilipollas y que administra solo justicia para las clases de su signo social o a grupos de presion establecidos previo pago de toda esa maquinaria burocrática que ustedes inventaron.

Cada dia deseo lo peor para el director general de trafico y le comparo continuamente con Sadam o Adolph, ya que estos también fueron genocidas que exterminaban a grupos sociales concretos.
Uno con gas sarín, (a los armenios), el otro con duchas de gas, (a los judíos) y Perico continúa su labor “por nuestro bien” con guardarraíles asesinos, carreteras llenas de “sorpresas desagradables” y una total falta de decencia al no presentar su dimisión por su ineficacia, prepotencia y ni siquiera estar capacitado para el puesto. Por esto, creo que me sumo un delito de calumnias (caso de no estar en lo cierto).

Estoy tan harto de sus abusos de poder, de su doble rasero y de su adoctrinamiento borreguil y simplista del pueblo, que soy un peligroso ideólogo de la malignidad que representa la antítesis de su sistema.

Como puede ver usted, señoría, soy un peligroso criminal, que atento contra su idílico y perfecto sistema social basado en las libertades, tolerancia y talante para el pueblo.(aunque sin el pueblo).

Doktor Jeckill, Mayo de 2008.

No hay comentarios: