Como la bruma al amanecer,
Buscas la luz del día, ansiosa.
En la oscuridad de la noche
Buscas a tientas la calidez del sol
Y el aroma de la rosa.
Tras un manto bello y aparente
Que hace que los ciegos no vean,
Más allá de lo superficial.
Más allá de lo evidente.
Una esbelta y bella envoltura
Que guarda secretos en tu interior.
Secretos, anhelos, sueños y esperanzas.
Y también algunas penas, en lugar de rencor.
Las heridas se curan
Pero las cicatrices permanecen recordando tu pasado,
Tu historia, tu herencia, tu legado.
La bruma se disipa dando paso a un bello amanecer,
Pero hay que saber aguardar el momento oportuno
Para que ello te suceda y puedas al fin alcanzar la paz.
Tal vez debas haber aprendido primero
A caminar en la oscuridad
Para cuando llegue el luminoso día,
Sepas apreciar la suave caricia
Del sol, sobre tu faz.
Doktor Jeckill. Enero 2007.
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