martes, 30 de septiembre de 2008

A VECES, CUESTA TANTO...

A veces cuesta tanto escuchar lo que nuestro corazón nos quiere decir...
que erramos en nuestra forma de actuar porque vamos en contra de nuestra propia naturaleza.

A veces cuesta tanto pedir perdón...
que perdemos la oportunidad de disfrutar de la compañía de quienes apreciamos.

A veces cuesta tanto abrir el corazón...
que hacemos daño por omisión a quienes desean sanar nuestras heridas del alma.

A veces cuesta tanto pedir ayuda...
que nuestro orgullo nos obliga a vagar en soledad, por las calles solitarias de la ciudad en un día de lluvia.

A veces cuesta tanto renunciar a lo que ya perdimos...
que ello impide volver a ver un nuevo abanico de posibilidades que la vida nos ofrece.

A veces cuesta tanto elegir el camino...
que no nos damos cuenta de que no hay caminos buenos y malos, sino simplemente, con diferentes destinos.

A veces cuesta tanto levantarse tras una caída...
que perdemos parte de nuestra vida lamiendo nuestras heridas.

A veces cuesta tanto mirar hacia adelante...
que los fantasmas del pasado nos atrapan y nos roban el futuro, anclandonos en lo peor del pasado.

A veces cuesta tanto vivir sin esperanza...
que duele en lo mas profundo y te convierte en roca impasible, dañando los sentimientos de quienes esperan de nosotros una mínima reacción humana que nunca llega.

A veces cuesta tanto encontrar una razón para levantarse cada mañana...
que nos acostamos deseando no despertar al día siguiente.

A veces cuesta tanto escribir lo que sale del corazón...
que tal vez esto, debería haberse escrito ya, años atrás.

Doktor Jeckill. Septiembre de 2008.

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