A pesar del daño que me hiciste
y de romperme el corazón...
te doy las gracias.
Por tus continuas mentiras y tus malos modos
por tu deslealtad y tus palabras hirientes.
Por todo ello, te doy las gracias.
Gracias a ti soy quien soy.
Gracias al dolor que me infligiste, ya no llora mas mi corazón.
Gracias a hacerme caer, porque gracias a ello
aprendí a levantarme una y otra vez.
Aprendí a amar solo a quien lo merece y
descubrir que quien bien te quiere, no te hiere intencionadamente.
Aprendí que quien te ama, no desprecia un regalo por pobre que sea.
O a disfrutar de una mirada furtiva repleta de amor, cuando la sorprendes mirándote.
Gracias a personas como tu
aprendí que hay gente que pone precio al amor,
pero que también hay otras para quienes su premio es el de dar, sin mirar que pueden recibir a cambio o el valor cuantitativo de ello.
Gracias a ti, caí tan bajo, que el fondo en el que me hundiste, solo me sirvió para coger impulso y a tomar aire fresco en la superficie que supone un amor limpio.
A diferenciar el fango, de la tierra fértil
y a no regar con mis lágrimas, un amor que jamás podrá florecer.
A soñar despierto con las caricias de quien no te hiere
o a dormir tranquilo cuando no temes a quien duerme a tu lado.
Gracias a ti no perderé más el tiempo con personas como tu
Y sabré valorar mas y mejor a quienes la belleza les supura por los poros de su piel.
Gracias por haberme herido
porque he descubierto que hay a quien valgo la pena de curar.
Con paciencia, constancia y mucho amor.
Por haber hundido mi autoestima
porque ahora siento el abrazo y cariño de para quienes soy realmente importante y especial.
Te doy las gracias porque no puedo odiarte.
Porque tan solo me mereces lástima.
Por todo ello y por el camino que tengo frente a mi, tras haberte superado...
Te doy las gracias.
Doktor Jeckill. Sept de 2008.
No hay comentarios:
Publicar un comentario