miércoles, 10 de septiembre de 2008

Viejo perro apaleado.

Me gustaría amarte, pero no me queda corazón.
Quisiera adorarte, pero el instinto me lo impide.

Desearía abandonarme en tu regazo bajo la caricia de tus manos
pero soy perro viejo, perro apaleado que desconfía de tu mano en alto.

Hubo un tiempo en el que acabé exhausto luchando por una sinrazón.
Perdiendo el tiempo con alguien, repleto de sentimientos oscuros y vanos.

Quisiera acompañarte y abrigarte bajo mi manto
Pero camino en una fría soledad sin que el amor, en mi anide.

Cojo tu mano y camino junto a ti mientras sonrío.
Gozo de ti en tu lecho, arriesgando lo menos posible.

Te quiero, te respeto, te mimo en ritos sanos.
Pero no me pidas que me fíe de tus manos.

Nunca pretendí ser un héroe o un santo
solo pido volver a sentir algo limpio y ver que en ti, confío.

Mientras tanto dejame disfrutar de tu amor y tu limpia sonrisa,
hasta que llegue el día del final, o de un nuevo comienzo sin llanto.

Viejo perro apaleado, pero jamás adiestrado
Rebelde y puro siempre, aunque sin fé, en volver a amar tanto.

Doktor Jeckill.

No hay comentarios: